22 de Juan de Austria


exhibición individual de Nel Figueroa

25 de julio de 1898, ¡Santiago Apóstol, patrón de España! La fecha a debate tiene su chiste: mientras que en los pueblos y ciudades de la metrópoli se celebran por todo lo alto las fiestas al santo patrón, al otro lado del Atlántico, el general gringo Nelson A. Miles, con toda su tropa, burla el monumental despiste del ejercito colonial, (que hacía guardia en la capital al norte y en varios puntos estratégicos al este de la isla) para desembarcar en la sureña bahía de Guánica y, poco a poco, sin mayor esfuerzo, atacar y tomar posesión de todo Puerto Rico. ¡Brillante escaramuza la de la armada estadounidense, que acababa de un plumazo con la cultura instalada desde principios del siglo XVI y deja completamente knock out al Sacro Imperio Español! A partir de la entrega del territorio a los estadounidenses, y concretamente desde Puerto Rico, el brutal desastre que supone todo movimiento invasor se acentúa, si cabe, todavía más. Desde un país doblemente puteado, doblemente aculturizado y doblemente herido, no cabe otra cosa que equiparse con un gran arsenal de pulla sarcástica, fijar un objetivo y apuntar bien.

“Fantasma Español”, 2023, 50” x 60”

“Colono”, 2023, 40” x 50”

Nel Figueroa carga de sarcasmo post-colonial todo su trabajo. Sus obras funcionan a modo de armas antiimperialistas para expresar todo aquello que los poderes fácticos se empeñaron en silenciar y condenar desde el discurso oficial. Mediante el hackeo lacerante de la historia “legalizada” por los bandos ganadores, Nel deja abierta la posibilidad de explorar nuevas perspectivas del pasado que hagan dudar de todo lo que se nos ha contado hasta ahora. Y efectivamente, en estas obras queda muy claro que la Historia oficial no reconstruye ni trata de entender las experiencias de la gente normal y corriente. También se pone en evidencia que el bienestar prometido al final de todo enfrentamiento por el poder nunca tuvo en cuenta al Otro no poderoso. La obra de Nel Figueroa es, en definitiva, la representación plástica de un grito con vocación emancipatoria.

Pero, ¡cuidado! Toda emancipación lleva como consecuencia acarrear con fantasmas propios y ajenos. Entendemos que un fantasma es un asunto sin resolver, algo que cosquillea de forma continua en la formulación de la identidad del sujeto que lo carga a sus espaldas. Pero el objetivo no es hurgar en lo que está por debajo de la imagen, sino ampliarla, enriquecerla, darle definición y tiempo actual. Nel Figueroa se apoya en el último arte urbano (más concretamente en el grafiti) y, de forma más tímida, en el Arte Pop para materializar una particular interpretación de la historia desde un aquí y un ahora que aún no ha olvidado un pasado colonizado que ha dejado grabado a fuego sus marcas. La ironía supone para el artista un buen mecanismo desde donde reflexionar (y hacer pensar) sobre el carácter histórico de las representaciones identitarias. ¿Cómo se nos ha representado? ¿Acaso alguien nos ha representado alguna vez? Y de haber sido así: ¿nos han dado o nos han robado identidad? La parodia de la historia que se nos ofrece aquí es, como diría Linda Hutcheon en La política de la parodia posmoderna, «tanto destructiva como constructivamente crítica», pues hace que tengamos conciencia tanto de los límites como del poder de lo representado. Es obvio que toda identidad se construye por medio de relaciones. Así que, sería ridículo reducir a una sola forma la identidad puertorriqueña o cualquier otra. Eso sí, debemos poder definirnos en plena libertad, sin que medie un yugo opresor ¡sólo faltaría! La caricatura no sólo libera, sino que también nos permite participar de la historia, narrarla de manera diferente y crear nuevas identidades que comúnmente no son reconocidas en las esferas públicas oficiales, pero sí que son un impulso para generar debates de índole político y social que muchas veces logran avances muy jugosos.

“Glitch“, 2023, 16” x 20”

“Teletransportación”, 2023, 20 “x 20”

“Vanidad a Secas”, 2023, 10” x 10” x 10”

El colono caribeño contemporaneo viste con sombrero jibarito, típica t-shirt francesa con rayas marineras a lo Jean Paul Gautier pero con logo caricaturizado de Adidas y frutitas tropicales. No importa la raza. Puede ser una o muchas a la vez. Puede ser que por sus venas corra sangre boricua. Puede ser que sangre española... Sobre él pesa el recuerdo de un pasado fantasmagórico que le ha dado y le ha quitado personalidad. Las experiencias le han llenado el espíritu de ganas de resistir.

La religión es otro asunto a resolver. Otro fantasma que no acaba de irse. La vacuidad que queda del culto a los santos, ahora decapitados con la cabeza rodando por los suelos, es la misma de la que hablan los reguetoneros. Un sistema sucede a otro por pura osmosis, como en los entrelazamientos cuánticos. De un sistema vaciado deviene un sistema vacío. ¡Pura física cuántica! Pero, por lo menos, en el reguetón quedan cuerpos vivos, libido a raudales y nalgueo, algo de lo que carecen per se Europa y Estados Unidos. Es cierto que esto último no puede definir, ni mucho menos, una identidad común, pero sí el sentimiento de vaciamiento. Es decir, pura vanidad.

“Torcaz con Cruz de Marta”, 2023, 10” x 16”

“Sortis”, 2023, 50”x 60”

“El Bienestar”, 2023, 30” x 40”

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Ensayo por Juan Llano Borbolla

Fotografía por Raquel Perez Puig